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SEMANA MUNDIAL DE LA LACTANCIA MATERNA 2019 – “Empoderemos a los padres y hagamos posible la lactancia materna”

By 6 agosto, 2019 One Comment

Dra. Sarah María Vega Sánchez
Pediatra y Neonatóloga, IBCLC (International Board Certified Lactation Consultant)
Presidente del Comité de Lactancia Materna de la Asociación Latinoamericana de Pediatría (ALAPE)
Past- Presidente de la Sociedad Peruana de Pediatría
Presidente de la Asociación de Consultores Internacionales en Lactancia Materna del Perú (ACLAM-PERU)

Con el lema del presente año la WABA (World Alliance for Breastfeeding Action) , convoca a todos los hombres y mujeres auténticamente interesados en lograr un mejor futuro para la humanidad y especialmente a nosotros los pediatras y médicos que atendemos a la primera infancia, a asumir el compromiso de promover, fomentar y defender las mejores prácticas de lactancia materna, empoderando a los padres con acciones diversas, para posibilitar la práctica idónea de esta medida fundamental de salud pública, que representa una de las más redituables inversiones para salvar vidas y mejorar la salud y el desarrollo social y económico de las naciones.


En tal sentido, las principales líneas de acción a impulsar y desarrollar son las siguientes:


1° Informar y motivar a los padres y tomadores de decisiones con conocimientos actualizados, sobre los enormes beneficios que las investigaciones recientes han ratificado existen para las madres y para los niños amamantados exclusivamente en los primeros seis meses de vida y que se incrementan para los que disfrutan de una lactancia continuada hasta los dos años o más. Muchos ciudadanos aún desconocen que la práctica de la lactancia materna tiene, a mayor duración mayores ventajas, tanto para los niños – por ejemplo disminuir el riesgo de sobrepeso y obesidad, epidemia de nuestro tiempo- como para las madres, que tienen menor riesgo de cáncer de mama, cáncer de ovario y diabetes tipo II.
Adicionalmente y en ese contexto, es imperativo que las madres sean apoyadas en su derecho al contacto piel a piel inmediatamente después del parto para el inicio precoz y espontáneo de la lactancia que si es dentro de la primera hora de vida y luego frecuente durante el alojamiento conjunto, asegura hasta el triple de producción de leche materna cuando se compara con los niños que la inician entre la primera y sexta hora de vida, según hallazgos de la investigadora PhD Leslie A. Parker y col. de la Universidad de Florida.
Empoderar a los padres y hacer posible la lactancia materna, implica también la necesidad para los pediatras de hoy, de no caer en el facilismo de recomendar fórmulas artificiales que interfieren con el incremento de la producción de leche, perjudicando gravemente el óptimo crecimiento y desarrollo del infante, para lo cual es fundamental que renueven y actualicen sus habilidades y destrezas en el apoyo efectivo a las técnicas de lactancia materna y la consejería apropiada para que los padres superen adecuadamente las primeras dos semanas de vida y lleven adelante una feliz lactancia.


2° Proteger la maternidad y el trabajo digno, con legislación apropiada que a su vez promueva, apoye y soporte la continuación de la lactancia materna, incluso cuando la madre se reintegre a la fuerza laboral y también en las madres que no tienen trabajo formal y se ven expuestas a dificultades que interfieren con su derecho a amamantar. En América Latina hay gran diversidad en la duración de la licencia posparto que idealmente debiera durar por lo menos seis meses. De otro lado, la responsabilidad de los poco valorados cuidados de los hijos y de las tareas del hogar sigue siendo en gran medida entendida como exclusiva de la mujer, lo cual es erróneo e inequitativo, pues las tareas compartidas con la pareja son un asunto cultural que debemos contribuir activamente a generalizar. La Organización Internacional del Trabajo reporta que sólo 78 de 170 países en el mundo otorgan licencia por paternidad y este hecho es grave pues limita el tiempo que los padres puedan dedicar a ayudar a su pareja en el cuidado de su recién nacido y en las tareas del hogar. La poca flexibilidad de las jornadas de trabajo, es factor importante que atenta también contra la posibilidad de la lactancia materna continuada.
Contar con ambientes de trabajo amigables para el apoyo a la maternidad es un verdadero desafío para los Estados que no han legislado la implementación de lactarios o espacios dignos y privados destinados a las madres que trabajan, para favorecer la extracción y almacenamiento seguro de la leche materna a fin de que pueda ser ofrecida posteriormente a su hijo durante su ausencia del hogar.


3° Finalmente es clave conocer y difundir investigaciones como la de Dylan y col., publicada por la Universidad de Oxford en el presente año sobre “Los costos de NO amamantar: Resultados globales de una nueva herramienta” *, desarrollada para ayudar a los tomadores de decisiones a cuantificar los costos económicos y humanos de no amamantar, incluyendo la mortalidad, la pérdida de productividad y costos incrementados del sistema de salud a nivel de países, regional y global. Cada año 579 375 muertes de niños son atribuidas a no amamantar. Adicionalmente la lactancia óptima podría evitar 98 243 muertes de mujeres por causas oncológicas y de diabetes tipo II anualmente. Las pérdidas económicas a nivel global son cuantiosas pues se estiman entre 257 y 341 billones de dólares al año.


Promover, fomentar y apoyar las prácticas óptimas de lactancia materna resulta pues un imperativo ético que compromete a toda la sociedad pero muy especialmente a los políticos y a todos aquellos que atendemos a la primera infancia, particularmente a nosotros los pediatras que con nuestras recomendaciones y orientación influimos poderosamente en las decisiones que los padres toman para el bienestar y óptima salud de sus amados hijos.

*Health and Policy Planning, 2019, 1-11